martes, 6 de septiembre de 2011

Honoré de Balzac: El Coronel Chabert

La edición francesa de El coronel Chabert, incluye otras tres nouvelles (novelas cortas), las cuatro tienen en común, además de estar escritas en la misma época, una voluntad de denuncia de los estragos de la guerra y la pretensión de cerrar una época, la de la revolución y el imperio napoleónico que se demostraron desastrosas. La edición española más reciente de la editorial de Javier Marías  Reino de Redonda, coincide en la elección de dos de las nouvelles pero difiere en las otras dos. Así que solo voy a reseñar las dos coincidentes.
El Coronel Chabert narra con gran habilidad la historia de un falso resucitado. En la batalla de Eylau, en la que murieron 10.000 franceses en el marco de las campañas napoleónicas, un aguerrido coronel se lanza a la carga con su regimiento de caballería y tras recibir un sablazo que le hiende la cabeza es dado por muerto y enterrado. Tras el horror de verse muerto en vida, consigue salir de la fosa en la que yace abriéndose camino con el brazo de otro cadáver. Durante años intenta regresar a París, es encerrado en un sanatorio donde le dan por loco al decir que él es el héroe de Eylau al que todos dan por muerto. Andrajoso y desfigurado intenta ponerse en contacto con su “viuda” que al darlo por muerto se ha vuelto a casar, ha hecho fortuna, e incluso cobra una pensión concedida por el mismo Napoleón a la viuda de su valiente coronel. Tras largos pesares llega a París y descubre que ningún abogado le cree ni mucho menos quiere aceptar su caso que no es otro que la reclamación de su identidad, su fortuna y en definitiva su vida. Su suerte cambia cuando un leguleyo ambicioso entrevé las riquezas que puede conseguir si su reclamación prospera. No continuaré desvelando el argumento para no estropear la lectura.
La obra se integra dentro de la gran obra de Balzac La comedia Humana y pese a su extensión y a la juventud del autor en el momento de escribirla, no es una obra de juventud sino que es ya una demostración del genio de Balzac. Al margen de la anécdota de la narración, Balzac, como ya he apuntado al inicio del texto, busca deliberadamente pasar página a la Revolución y al imperio de Napoleón como queda patente con el personaje del coronel que pertenece a un pasado que todos quieren enterrar. El coronel presuntamente muerto es doblemente incómodo, por un lado estorba los planes de los vivos que habían creído dejarlo atrás y que no han contado con él para sus planes presentes, por otro recuerda demasiado a la época en la que sirvió fielmente a su señor Napoleón. Todos están interesados en que vuelva a la tumba, es decir al pasado, al mundo de los muertos del que no tendría que haber regresado.

El segundo relato, que tiene título en español, es El verdugo. Mucho más breve que El coronel…, en él Balzac cuenta cómo una guarnición de tropas francesas que han ocupado una plaza durante la guerra de independencia, es atacada durante un baile por los españoles y fracasan en su intento. La represión de los franceses es brutal, pasan por las armas a gran parte de la población y la familia noble que detenta el poder en la ciudad y que es considerada como la instigadora de la revuelta es condenada a muerte. El militar francés que se ha sentido especialmente traicionado, pues creía contar con el afecto de la familia española, consigue que el general francés les conceda a la familia la gracia de morir por la espada en vez de ante el pelotón de fusilamiento y también un regalo envenenado: Perdonará la vida al primogénito…si él mismo ejecuta a sus padres y hermanos…
No es una sorpresa la denuncia de la violencia infligida por los franceses, ya que como he señalado al principio, el nexo de unión de los relatos son las desastrosas consecuencias de la guerra y su inherente violencia. Lo que sí es sorprendente, teniendo en cuenta que el autor es francés, es la denuncia de la violencia infligida por los propios franceses a los españoles y la dignidad con la que son tratados y descritos por Balzac, en la que se puede entrever una asunción de la culpa y de los horrores consecuencia de la locura megalómana de Napoleón.



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