miércoles, 30 de enero de 2013

El anarquista que se llamaba como yo




Todo comenzó cuando Pablo Martín Sánchez tecleó en Google su nombre para ver qué encontraba. Todos lo hemos hecho y el resultado es una multa de tráfico o una cita en facebook. Sin embargo Pablo Martín Sánchez descubrió que muchos años atrás un tipo llamado como él había sido un famoso anarquista que acabó siendo ajusticiado con el garrote vil en tiempos de la dictadura de Primo de Rivera. Cualquiera hubiera dejado la búsqueda en ese punto pero nuestro protagonista decidió investigar y escribir una magnífica novela titulada El anarquista que se llamaba como yo, que es a la vez un fresco de los convulsos años finales del siglo XIX y principios del XX y una novela de aventuras.
Flirteando con la autoficción el libro comienza con el autor contándonos las vicisitudes de su inicio; la búsqueda en internet y la documentación para escribir el libro y a continuación arranca la novela dividida en dos  tramas que avanzan hasta convertirse en una sola. Una nos narra la infancia de Pablo hasta el año 1924 y la otra comienza en los días previos a que una expedición de locos idealistas que querían hacer la revolución y acabar con la dictadura de Miguel Primo de Rivera, se adentre en Francia tras cruzar la frontera en dos convoyes y se dirija a llevar a cabo su misión suicida. Las consecuencias de tan idealista como mal planeada intentona, fueron la muerte en Bera de dos guardias civiles y la detención de todos los revolucionarios anarquistas que habían participado en ella. Tres de ellos serán condenados a pena de muerte, entre ellos nuestro protagonista.
París, Argentina, Barcelona y Bera de Bidasoa son los escenarios de esta novela por la que desfilan personajes como Blasco Ibáñez, Unamuno, Durruti y Alfonso XIII, además de una galeria de secundarios desconocidos para la gran historia pero que son los acaban escribiendo la historia con minúsculas.
La novela está escrita con una envidiable prosa que coge ritmo como las locomotoras de la época; cada vez más y más ágil sumergiendo al lector en su caudal del que solo se escapa para tomar aire. Retrata el país con la negrura de un cuadro de Solana y con ecos de Baroja y refleja todos los acontecimientos que jalonaron el periodo. Pablo Martín Sánchez, el escritor, mima a sus personajes, les cuida y se nota su simpatía pero en ningún momento juzga o adoctrina y las 600 páginas de la novela se nos van de las manos como el agua para dejarnos una sonrisa satisfecha y una pregunta sin respuesta que en la adenda final hará replantearse al lector todo lo que ha leído.
No os la perdáis.
El anarquista que se llamaba como yo
Pablo Martín Sánchez
Editorial Acantilado
Pablo Martín Sánchez (cerca de Reus, 1977) es graduado superior en Arte Dramático, licenciado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, y máster en Humanidades. En el sector editorial, ha trabajado como lector, corrector, traductor y librero. Fundador de la revista Verbigracia y miembro del equipo de redacción de la revista digital La Siega, actualmente es colaborador habitual de la revista Rinconete (Centro Virtual Cervantes) y realiza estudios de doctorado en Lille (Francia), con una tesis sobre el Oulipo y el hipertexto. Es miembro del Collège de Pataphysique y del Altíssimo Instituto de Estudios Pataphysicos de La Candelaria. Su debut literario fue con el libro de relatos Fricciones (2011).

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