miércoles, 2 de noviembre de 2011

Crítica Cinematográfica.Las aventuras de Tintin: El secreto del Unicornio


Dibujo de Irene Ollo
La música de John Williams nos adentra una vez más en el universo Spielberg y ya los títulos de crédito marcan el tono de la historia que el famoso director nos va a contar junto a Peter Jackson; lo que nos espera es una mezcla de saltos trepidantes de una a otra parte de la historia y el homenaje continuo al espíritu de Hergé, mediante la inclusión en las imágenes de todo tipo de fetiches tintinescos que pueblan los demás álbumes del dibujante belga e incluso un cameo del artista.  La historia, por si queda alguien que no lo sepa, es el resultado de la fusión de tres álbumes de Hergé: El cangrejo de las pinzas de oro (del cual se extrae el momento en que Haddock y Tintin se conocen) y los dos álbumes que conforman una sola historia: El secreto del Unicornio y El tesoro de Rackham el rojo. Spielgerg y Jackson cortan y pegan las tres historias cogiendo de cada una los elementos esenciales para construir un guión que no pierde ritmo y respeta en lo esencial los tres libros aunque se toman muchas licencias que quizá no gusten a algunos puristas. De partida hay que dejar claro que en mi espíritu ocupa más espacio todavía que Tintin mi afición a las historias de aventuras y en especial a las de Indiana Jones. Así que el que puede ser considerado el principal defecto de la película por parte de los aficionados a los comics de Tintin, en mi visionado de la película ha supuesto un valor añadido ya que el ritmo de la película ligado al mejor estilo de Spielberg, y en concreto el sabor a Indiana Jones que destila toda la película (en el modo de presentar a los personajes, de llevar la acción de un escenario a otro mediante espectaculares transiciones, no dejar desfallecer ni por un momento la intriga) reconocemos al mejor Spielberg que nos monta en su cochecito de montaña rusa para dejarnos bajar tan solo cuando la historia llega a su fin. La tecnología: la imagen en tres D y la motion capture hacen que los personajes sean idénticos a los dibujados por Hergé en los comics sin esa sensación de máscaras y maquillaje excesivo que dejaban películas como Dick Tracy en las que para caracterizar a los personajes era necesario hacer desaparecer la expresión del actor. Evidentemente los actores que encarnan a los protagonistas no son reconocibles tampoco en Tintin, pero la expresividad de sus rostros es mucho mayor que la del mejor dibujo animado.
Inevitablemente la aventura llega a su fin y muy mal tiene que ir en taquilla para que no se lleve a cabo la trilogía anunciada por los dos directores. A mi modo de ver las aventuras de Tintin por fin han encontrado un digno modo de ser trasladadas a la pantalla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario