Siempre que me es posible procuro ver las películas en versión original, lo que no siempre es fácil. La interpretación de un actor es mucho más que sus gestos; su voz, su acento, componen el personaje tanto como su imagen y movimientos: la maravillosa dicción inglesa de Anthony Hopkins en las películas de época de James Ivory y el ridículo doblaje español de Audrey Hepburn, son dos argumentos más que suficientes. Todo esto viene a cuento de la interpretación sobresaliente de Anthony Hopkins en Hitchcock su voz imitando la manera engolada de hablar del director inglés tan alejada de la habitual en él, es una muestra más de la importancia de ver esta y todas las películas en versión original.
Hitchcock narra la gestación y rodaje de una de las obras maestras del director: Psicosis, contándonos en un ejercicio de cine dentro del cine, todo lo que rodeó su rodaje, las dificultades con las que Hitchcock se enfrentó y el papel importantísimo que jugó en ésta y en todas sus demás películas su mujer Alma Reville, que en la sombra supo tolerar y apoyar los miedos y obsesiones de su marido para conseguir que él hiciera arte con ellos.
Escena de la ducha de Psicosis
Hitchcock fue un voyeur que hizo pública su condición hasta el punto de hacernos cómplices de su afición. Su cine nos asoma a la intimidad de sus personajes permitiéndonos espiarles. Esta película nos desnuda al director (en el sentido figurado, afortunadamente), desentrañando sus entresijos: cine dentro del cine, voyeur que mira a un voyeur, y una buena escusa para tras verla revisitar Psicosis y saludar a la encantadora señora Bates.
Para ampliar la información sobre la novela de Pablo Martín Sánchez de la anterior entrada, os ofrezco el enlace a la entrevista que le hicieron al autor en el programa Página 2.
Todo comenzó cuando Pablo Martín Sánchez tecleó en Google su nombre para ver qué encontraba. Todos lo hemos hecho y el resultado es una multa de tráfico o una cita en facebook. Sin embargo Pablo Martín Sánchez descubrió que muchos años atrás un tipo llamado como él había sido un famoso anarquista que acabó siendo ajusticiado con el garrote vil en tiempos de la dictadura de Primo de Rivera. Cualquiera hubiera dejado la búsqueda en ese punto pero nuestro protagonista decidió investigar y escribir una magnífica novela titulada El anarquista que se llamaba como yo, que es a la vez un fresco de los convulsos años finales del siglo XIX y principios del XX y una novela de aventuras.
Flirteando con la autoficción el libro comienza con el autor contándonos las vicisitudes de su inicio; la búsqueda en internet y la documentación para escribir el libro y a continuación arranca la novela dividida en dos tramas que avanzan hasta convertirse en una sola. Una nos narra la infancia de Pablo hasta el año 1924 y la otra comienza en los días previos a que una expedición de locos idealistas que querían hacer la revolución y acabar con la dictadura de Miguel Primo de Rivera, se adentre en Francia tras cruzar la frontera en dos convoyes y se dirija a llevar a cabo su misión suicida. Las consecuencias de tan idealista como mal planeada intentona, fueron la muerte en Bera de dos guardias civiles y la detención de todos los revolucionarios anarquistas que habían participado en ella. Tres de ellos serán condenados a pena de muerte, entre ellos nuestro protagonista.
París, Argentina, Barcelona y Bera de Bidasoa son los escenarios de esta novela por la que desfilan personajes como Blasco Ibáñez, Unamuno, Durruti y Alfonso XIII, además de una galeria de secundarios desconocidos para la gran historia pero que son los acaban escribiendo la historia con minúsculas.
La novela está escrita con una envidiable prosa que coge ritmo como las locomotoras de la época; cada vez más y más ágil sumergiendo al lector en su caudal del que solo se escapa para tomar aire. Retrata el país con la negrura de un cuadro de Solana y con ecos de Baroja y refleja todos los acontecimientos que jalonaron el periodo. Pablo Martín Sánchez, el escritor, mima a sus personajes, les cuida y se nota su simpatía pero en ningún momento juzga o adoctrina y las 600 páginas de la novela se nos van de las manos como el agua para dejarnos una sonrisa satisfecha y una pregunta sin respuesta que en la adenda final hará replantearse al lector todo lo que ha leído.
No os la perdáis.
El anarquista que se llamaba como yo
Pablo Martín Sánchez
Editorial Acantilado
Pablo Martín Sánchez (cerca de Reus, 1977) es graduado superior en Arte Dramático, licenciado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, y máster en Humanidades. En el sector editorial, ha trabajado como lector, corrector, traductor y librero. Fundador de la revista Verbigracia y miembro del equipo de redacción de la revista digital La Siega, actualmente es colaborador habitual de la revista Rinconete (Centro Virtual Cervantes) y realiza estudios de doctorado en Lille (Francia), con una tesis sobre el Oulipo y el hipertexto. Es miembro del Collège de Pataphysique y del Altíssimo Instituto de Estudios Pataphysicos de La Candelaria. Su debut literario fue con el libro de relatos Fricciones (2011).
Wait a minute baby. . . Stay with me awhile Said you'd give me light But you never told me about the fire
Drowning in the sea of love Where everyone would love to drown And now it's gone It doesn't matter anymore When you build your house Call me home
And he was just like a great dark wing Within the wings of a storm I think I had met my match--he was singing And undoing the laces Undoing the laces
Drowning in the sea of love Where everyone would love to drown And now it's gone It doesn't matter anymore When you build your house Call me home
Hold on The night is coming and the starling flew for days I'd stay home at night all the time I'd go anywhere, anywhere Ask me and I'm there because I care
Sara, you're the poet in my heart Never change, never stop And now it's gone It doesn't matter what for When you build your house I'll come by
Drowning in the sea of love Where everyone would love to drown And now it's gone It doesn't matter anymore When you build your house Call me home
All I ever wanted Was to know that you were dreaming (There's a heartbeat And it never really died)
Espera un momento Quedaté un poco más Dijiste que me darías luz pero no me hablaste del fuego
Ahogarse en el mar del amor Donde a todo el mundo le encantaría sumergirse Y ahora se ha ido Ya no importa Cuando construyes tu casa lo llamas hogar
Y él era sólo como una gran ráfaga oscura dentro de las corrientes de la tormenta Pienso que habia encontrado mi pareja- estaba cantando él Y desenredando las ataduras deshaciendo las uniones
Ahogarse en el mar del amor Donde todo el mundo le encantaría sumergirse Y ahora se ha ido Ya no importa Cuando construyes tu casa lo llamas hogar
Espera La noche está llegando y el estornino ha volado durante días Yo me quedaría en casa todo el tiempo Me iría a algún lado, a algún lugar Llámame y estaré allí porque me preocupas
Sara, tu eres la poeta de mi corazón Nunca cambies, no pares Y ahora que se ha terminado nada de eso importa porque cuando tu construyas una casa yo iré
Ahogarse en el mar de amor Donde a todo el mundo le encantaría sumergirse Y ahora se ha ido Ya no importa Cuando construyes una casa lo llamas hogar
Todo lo que yo quería era saber lo que estabas soñando (Hay un latido y en realidad nunca murió)
Hoy
voy a recomendaros una serie de televisión ligada a un libro. No son
infrecuentes las novelas policiacas llevadas al cine con mayor o menor éxito,
pero en este caso las cosas fueron al revés: primero se escribieron los guiones
y tras el éxito de la serie de la BBC, el guionista escribió la novela que
cuenta como John Luther llegó al lamentable estado en el que está al comienzo
de la serie de televisión.
Luther
consta de dos temporadas (10 episodios) que narran una trama individual en cada
unos de ellos, más una trama de fondo para cada temporada. El éxito de la serie
ha propiciado que su guionista Neil Cross escriba una novela a modo de precuela
(Luther el origen), en la que nos cuenta todo lo que ocurrió antes de los
acontecimientos narrados en la serie.
Al comienzo de la primera temporada
(esto no es un spoiler, no voy a desvelar nada que no se sepa en el capítulo 1
minuto 10) John Luther inspector de la policía de Londres, regresa al servicio
tras la suspensión de empleo y sueldo. En su último caso se le fue la mano y sus
superiores le han aceptado a regañadientes en el servicio ya que es un policía
fuera de la norma; tiene su propia idea sobre la moral y el orden, más
allá de las reglas y los códigos de la ley. Luther es obsesivo, intenso,
no es un hombre que ejerza una profesión es una profesión que ha poseído a un
hombre. De hecho su matrimonio se ha deshecho porque no sabe frenar y no se acuerda
ni de comer ni de dormir cuando sigue la pista a un criminal. Sus colegas
se suelen quedar con la boca abierta, sorprendidos por su capacidad de análisis.
Pero la intensidad con la que observa todo y su vena violenta hace que se
planteen dónde acaba el buen policía y donde empieza el ser autodestructivo y
obsesionado. ¿Puede un hombre saltarse todas las reglas justificando los medios
para obtener los fines por loables que sean? ¿Serán sus propios demonios más
peligrosos que los criminales a los que persigue?
Neil Cross autor de Luther
Idris Elba como Luther
El
personaje de John Luther lo interpreta Idris Elba. “Un hombre grande de grandes
andares” como Neil Cross le define en la novela. El propio autor de la serie
reconoce que Luther le debe mucho al actor, el magnetismo de Idris Elba (al que
recordaréis de su personaje de Whe Wire: Stringer Bell) es tan fuerte que
domina la escena y se queda grabado en nuestra retina sin posibilidad de
borrarse. Idris Elba le da a su personaje un toque de locura y desequilibrio
mental comprensible tan solo con sus gestos y mirada. Cuando por fin habla no
es más que para confirmar todo lo que ya nos ha dicho con su cuerpo.
Ruth Wilson como Alice
John y Alice
El
resto de personajes están interpretados por sólidos actores británicos
conocidos de vista en otras series. De entre todos destaca Ruth Wilson, que
interpreta a Alice, una peculiar psicópata que para no desvelar nada de la trama,
tan solo diré que juega un papel crucial en las dos temporadas.
Dos
últimos apuntes: la fotografía es excelente, retrata una ciudad de Londres gris y lluviosa en la que el cielo siempre está
encapotado y oprime a los personajes. La banda sonora es absolutamente genial y
está al servicio de la historia. La canción que despide cada capítulo ha sido
elegida con minuciosidad para que remache todo lo que acabamos de ver y oír. Para muestra este montaje de la relación entre John y Alice con la canción Feeling good de Muse
I WISH YOU COULD SWIM LIKE THE DOLPHINS LIKE THE DOLPHINS CAN SWIM THOUGH NOTHING THOUGH NOTHING WILL KEEP US TOGETHER WE CAN BEAT THEM FOR EVER AND EVER OH WE CAN BE HEROES JUST FOR ONE DAY
(INSTRUMENTAL INTERLUDE)
I I WILL BE KING AND YOU YOU WILL BE QUEEN THOUGH NOTHING WILL DRIVE THEM AWAY WE CAN BE HEROES JUST FOR ONE DAY WE CAN BE US JUST FOR ONE DAY
I I REMEMBER: (CHOR ANTWORT) I REMEMBER STANDING BY THE WALL: (CHOR ANTWORT) BY THE WALL THE GUNS SHOT ABOUT OUR HEADS: (CHOR ANTWORT) ALL ABOUT OUR HEADS AND WE KISSED AS THOUGH NOTHING COULD FALL: (CHOR ANTWORT) NOTHING COULD FALL AND THE SHAME WAS ON THE OTHER SIDE OH WE CAN BEAT THEM FOR EVER AND EVER WE CAN BE HEROES JUST FOR ONE DAY
WE CAN BE HEROES WE CAN BE HEROES WE CAN BE HEROES JUST FOR ONE DAY
Yo, yo desearía que pudieras nadar como los delfines, como nadan los delfines Aunque nada, nada nos mantendrá juntos Podemos derrotarles, para siempre Podemos ser héroes, sólo por un día
Yo, yo seré rey Y tú, tú serás reina Aunque nada les ahuyentará Podemos ser héroes, sólo por un día Podemos ser nosotros mismos, sólo por un día
Yo, yo puedo recordar De pie, al lado del muro Y las pistolas disparando sobre nuestras cabezas Y nos besamos como si nada pudiese caer Y la vergüenza estaba en el otro lado Oh podemos derrotarles, para siempre jamás Entonces podríamos ser héroes, sólo por un día
Podemos ser héroes, podemos ser héroes.
Podemos ser héroes Solo por un día Podemos ser héroes
Siempre hay una primera canción que nos descubre a un nuevo cantante. Yo descubrí a David Bowie a través de Héroes. En la película Moulin Rouge, Ewan Mcgregor y Nicole Kidman interpretaban un popurrí de éxitos del pop de los años 80 que contenía tan solo unos pasajes de la canción, y a mí, no sé porqué, se me quedo grabado eso de “podemos ser héroes aunque sea tan solo por un día”. Me compré el disco en el que se incluía la canción, la afamada colaboración con Brian Eno, y salvo la citada canción el resto me dejó más bien frío.
Con el tiempo he ido escuchando más a Bowie. Quizá no me gustan todos sus discos y los que me gustan tampoco lo hacen por entero (que levante la mano a quien le gustan todas las canciones de un disco y nunca ha corrido “las canciones feas de una cinta” como decía Bruce Willis en Luz de luna), pero tengo en mi maleta un puñado de canciones de Bowie que me acompañan y me siguen llegando, en cabeza de la selección siempre la primera: Héroes.
Bowie vuelve, tras diez años de silencio y especulaciones que le daban por muerto, le declaraban en estado vegetal, y en el más benévolo de los casos le acusaban de haberse hecho viejo. Regresa con un nuevo álbum que sale a la venta en unos meses, ya hay un adelanto: Where Are We Now? Por lo visto quiere volver a ser Bowie aunque solo sea por un día.
Un nuevo nombre para el blog para una nueva época. Tras tener abandonado este blog por circunstancias que no detallaré, pero que tiene que ver con la vida cotidiana, inicio una nueva andadura en la que dedicaré entradas no solo a la cultura francesa sino a todas las manifestaciones culturales de cualquier país y lengua, de ahí la mitad de su nuevo nombre: un poco de todo sin llegar a nada, un picoteo de sugerencias, de libros, películas, canciones, exposiciones o cualquier otra expresión artística que me haya gustado, y cuya única intención es compartirlas con vosotros para que todos las conozcáis y podáis también disfrutarlas.